domingo, 8 de diciembre de 2013

Mamá de dos

Aunque me parezca increíble, llevo ya 4 meses siendo mamá de dos. Siento haber estado este tiempo tan desaparecida, pero si me resultaba complicado actualizar cuando sólo tenía a mi Peque, ahora es mucho peor. Y es que el Chiquitito duerme muy poquito de día, y me deja muy poco margen.

Y no es porque no tenga cosas que contar... En mi cabeza fluyen constantemente muchas ideas y sentimientos que me gustaría compartir. Quisiera hablar...
  • De cómo fueron mis dos partos, el segundo finalmente espontáneo, y express.
  • De mis dos experiencias con la lactancia materna, en eso como en todo son muy diferentes.
  • Del baño de humildad que está suponiendo para mí esta segunda maternidad. Creo que mi experiencia con mi Peque me está sirviendo de muy poco con mi Chiquitito, que prácticamente cada día se reinventa y no sigue un patrón regular en nada. Peque siempre fue de ir mejorando, sin embargo el Chiquitito da pasos hacia adelante y hacia atrás de forma aparentemente aleatoria. Eso para mi cabecita cuadriculada es todo un reto.
  • De las nuevas sombras que ha traído esta segunda maternidad.
  • De lo mayorcito que está mi Peque, de lo que quiere a su hermanito, de cómo fueron sus comienzos como hermano mayor...
Y como éstas, mil cosas más. Ojalá inventaran una herramienta que permitiera escribir las entradas en borrador con sólo pensarlas, ¡todo se andará! (tomen nota señores de Google :-P)

Aunque estamos atravesando un pequeño bachecillo ahora mismo, fruto sobre todo de un virus que acaba de pasar el pobre mío, tengo que decir que el Chiquitito es un bomboncito, guapo a reventar, mimoso y risueño. Con una de sus sonrisas hace que a una se le quiten todos los agobies y que olvide la falta de sueño.

Después de esta entrada, no sé cuándo volveré a actualizar, ni a coger un ritmo de publicación. En cualquier caso, quería daros las gracias por haber estado cerquita, y haberme dando ánimos en los duros comienzos.. :-*

jueves, 25 de julio de 2013

¿Hay cuerpos que no se ponen de parto solos?

Yo creo que sí, y que el mío es uno de ellos. 

Este viernes hago 41 semanas y mañana tengo cita para monitores. No es una certeza absoluta, pero tengo asumido que si ven cualquier signo de sufrimiento me dejaran ingresada para la inducción. 

Mi primer parto también fue inducido a las 41 semanas. En aquella ocasión porque, en principio, tenía poco líquido. Cuando me rompieron la bolsa para desencadenar el proceso resultó que de poco líquido nada, pero estaba manchado, así que vino muy bien igualmente. 

Me hacía mucha ilusión ponerme de parto sola en esta ocasión. Al igual que entonces, hemos probado con todo lo que se conoce para intentar arrancar el proceso de manera natural: andar, escaleras, tener relaciones (la mejor sin duda ;-))... Pero nada, los peques se me atrincheran en la tripota y no hay manera de que salgan por propia iniciativa. Es cierto que en esta ocasión he notado bastante más actividad que en la anterior (¿tal vez estaba entonces menos pendiente?): contracciones de todo tipo, dos amagos serios la semana pasada que quedaron en nada, pinchazos varios... Pero no ha sido suficiente. 



A medida que he ido conociendo a otras mamis me he dado cuenta de que no ponerse de parto sola en un segundo embarazo, es bastante común cuando tampoco te pusiste sola en el primero, lo que me hace pensar que es algo en cierto modo genético, e incluso hereditario. Cuenta la leyenda que mi padre nació con más de 5 kilos, y aunque por desgracia no tengo a mi abuela para preguntarle, pienso que tal vez tuviera un embarazo más largo de lo habitual, y que por eso mi padre nació tan grande. Antes no había los mismos controles que ahora, está claro... 

Lo mejor de esta ocasión es que si mañana me dicen de quedarme, no me cogerá tan tremendamente desprevenida. Ya he hablado con mi Chiquitín y le he explicado que tal vez mañana le inviten a salir, y que mami intentará hacerlo lo mejor posible. 

¿Lo peor de esta vez? Al igual que hace dos años y medio, tener que escuchar a propios y ajenos dando su opinión sobre el hecho de estar cumplida, entera, con la barriga muy alta... y no poder responder con un par de frescas, tal y como me gustaría. 

¿Cuál es vuestra experiencia con el tema de la inducción? ¿Ha sido necesaria en sucesivos embarazos o cada caso ha sido distinto?

martes, 23 de julio de 2013

Esperando la llegada del hermanito

Estoy ya de 40+4 semanas, y desde la semana 38 esperamos la llegada del hermanito.

Justo haciendo la semana 37, y coincidiendo con el inicio de las vacaciones, el Peque volvió a ponerse malito. En esta ocasión un virus de sólo fiebre, pero que le dejó bastante tocadete. Fueron unos días muy complicados, y luego vino la resaca post virus, aún peor si cabe... Lloraba por todo, no quería comer, muy caprichoso... Me preguntaba si era posible que ante la llegada de su hermanito su reacción pudiera ser peor que eso.

Afortunadamente los días pasaron y todo empezó a mejorar. Tras una semana prácticamente sin comer, empezó a irse reponiendo poco a poco y a estar cada vez de mejor humor. A mí verle así me llenó de energía y de optimismo preparto, cosa que me vino genial.
A mi Peque le encanta chocar su tripota con la mía :-)

Así fue durante dos semanas, hasta que el sábado pasado volvió la fiebre y la enésima gastroenteritis de la temporada. Ayer pasé un bache importante. Volver a verle así me tuvo llorona todo el día, y no paraba de pensar en que la llegada del hermanito no podía caer con peores circunstancias... En ningún momento se me pasó por la cabeza que pudiera pillarle malito.

Hoy ha estado bastante animado todo el día, y aunque no ha comido casi nada, al menos se ha mantenido activo. Este jueves tengo cita para monitores, y no me sorprendería que tuviera que quedarme allí para una inducción. Ojalá de aquí a entonces le dé tiempo a recuperarse aunque sea un poquito...

Hace unos días que tenemos ya en casa todas las cositas del Chiquitín: minicuna, carrito, bañera, etc., y de momento parece que la inminente llegada del hermanito le divierte. Ojalá que sea así...

Y vuestros mayores, ¿cómo vivieron la llegada de sus hermanitos pequeños?

jueves, 18 de julio de 2013

Un segundo embarazo estupendo

Estando ya de 39 semanas y 6 días, puedo afirmar con total certeza que he tenido un segundo embarazo estupendo. Los mayores achaques que he tenido han sido provocados fundamentalmente por los virus que el Peque ha ido trayendo de la guarde, y como no hay mal que por bien no venga, hay que decir también que las gastroenteritis varias que he pillado me han ayudado a mantener a ralla los kilos :-P



Estrictamente ligados al embarazo, dos han sido los principales caballos de batalla en esta ocasión:

  • Sensibilidad extrema puntual en las encías de la zona superior derecha de la boca. He tenido dos grandes crisis, y la primera me dolió tanto, que creía que se me caían los dientes... Una pasta de dientes especial recetada por mi dentista me ayudó a mantenerlo controlado.
  • Alergia primaveral. Más duro aún que lo anterior, aunque sólo duró un mes. En esta ocasión lo único que me salvó fue llevar siempre en exteriores un look a lo Michael Jackson, elegante a la par que discreto: gafas de sol negras y mascarilla de farmacia blanca. He tenido que aguantar toda clase de comentarios por parte de grandes y pequeños, pero merecía la pena sin duda. Era lo único que me aliviaba un poco.

Quitando estas dos cosas, todo ha sido genial. No he tenido estreñimiento, ni anemia, ni ciática, ni problemas circulatorios, he cogido en brazos a mi Peque desde el primer día hasta hoy, sin ningún manchado... Ha ido estupendo.

Tardé un poco más de lo que me hubiera gustado en conectar con mi Chiquitín, y teniendo en cuenta que es muy probable que éste sea mi último embarazo, no puedo evitar que me dé pena que ya estemos llegando al final. Claro que me gustaría mucho verle la carita, pero disfruto tanto sintiéndole dentro de mí, llevándole a todas partes conmigo... Entre eso, y que por fin estoy de baja, no me importaría para nada que este embarazo durara unas semanitas más.

Y respecto a eso... me encuentro tan, tan bien, que no me sorprendería nada que al Chiquitín hubiera que sacarle "por la fuerza", como a su hermanito. El parto inducido a las 41 semanas del Peque fue un buen parto, pero a pesar de ello, me encantaría ponerme solita de parto en esta ocasión... ¡A ver si puede ser!

miércoles, 17 de julio de 2013

Operación pañal: orgullosa de mi Peque (II)

Hace ya mucho tiempo de mi última entrada... No hubiera querido que se enfriara tanto el tema, pero este último mes ha venido cargado de mucho trabajo y mucha barriga, y se me ha hecho imposible actualizar.

Como os contaba en mi primera entrada sobre la operación pañal, tras varios pasos atrás en los fines de semana decidimos dejar al Peque a su aire, obrándose de pronto el milagro. Empezó a decir que quería hacer caca y a irse solo a hacerla al baño, para asombro absoluto de todos los que presenciábamos la escena. Me dejó alucinada y no podía estar más orgullosa de él.

 
Ahora, dos meses después del inicio de la operación pañal, parece increíble lo habituados que estamos ya a ir por la vida sin él. Con las cacas es infalible, aunque con los pipís aún hay algún conflicto de vez en cuando:
  • En ocasiones se aguanta tanto, que se hace unas gotitas encima antes de arrancarse a hacerlo en un sitio "homologado".
  • Cuando ha estado malito, se ha hecho el remolón hasta hacérselo encima, a pesar de haberle recordado nosotros varias veces el tema. Se ve que le resulta más cómodo...
  • Hay veces que se despierta de la siesta con una "torta" tal, que una vez más se pone hecho un melón y prefiere hacérselo encima antes que sentarse en el WC.
A pesar de estos pequeños detalles ocasionales que aún tenemos pendientes, estoy muy contenta por cómo ha salido todo. Sé que ahora con la llegada del hermanito puede que haya algún retroceso, pero nos lo tomaremos con la mayor tranquilidad posible.

Por si a alguna otra mami le sirviera de ayuda, sólo resumir diciendo que en nuestro caso lo que funcionó no fueron los cuentos, ni los premios, ni preguntarle cada poco tiempo... Simplemente dejarle a su aire, sin reñir en los fracasos y alabando mucho los aciertos. En esto, como en todo, ¡cada peque es un mundo! :-)

lunes, 3 de junio de 2013

Operación pañal: complicada (I)

Siempre le he tenido mucho respeto a la operación pañal. A pesar de que las abuelas y la seño aseguraban que el Peque estaba más que preparado, a mí me preocupaba mucho esa tendencia natural que tiene él a hacer siempre lo contrario de lo que se le dice.

Finalmente llegó el día, lunes 20 de mayo, y todo empezó mucho mejor de lo esperado. Sólo hubo algún escape, y en general estaba muy contento con su escupidera nueva, que además era la misma que en la guarde.



Yo siempre había pensado que esto sería algo más o menos progresivo: empezaría de una manera, y poco a poco iría mejorando, y así fue al menos durante los primeros días. Cada día había menos escapes, aunque la caca le costaba un poquito más, hasta que llegó el viernes. De pronto esa tarde empezó a decir que no quería escupidera, y se hizo todos los pipís encima. Yo me sentía fatal, y no hacia más que pensar en qué podría haber hecho yo que hubiera desencadenado de pronto ese rechazo.

Al día siguiente hicimos como si nada hubiera pasado la tarde antes y el día fue perfecto. Hizo su primera caca en la escupidera en casa y no hubo ningún escape. No podíamos estar más felices :-)

Y así fueron pasando los días, cada vez un poquito mejor, hasta que llegó este sábado por la tarde, casi dos semanas después del inicio, y otra vez la magia desapareció. Toda la tarde sin querer sentarse en la escupidera, y haciéndose todo encima. Con la caca, estuve viéndole venir un buen rato y preguntándole varias veces si quería que fuéramos a la escupidera, con mil entretenimientos de por medio, pero nada, lo negó todas las veces hasta que se lo hizo encima. Esto sí era lo que yo habría esperado desde el primer día...

El fin de semana estaba siendo horrible por todo. Igual que se negaba al tema de la escupidera, decía que no a todo lo que le dijeras. Yo no podía evitar sentirme tremendamente culpable por el rechazo que tenía con la escupidera, a la vez que me sentía inútil por no ser capaz de motivarle. Todo esto combinado con mis hormonas, me habían convertido en una auténtica magdalena este finde...

Y así la sorpresa volvió a llegar por la noche. Otra vez le vi las intenciones de hacer caca, pero esta vez preferí no decirle nada, para evitar agobiarle. Esperamos, y efectivamente se hizo una poquita encima. Me avisó, y sin decir yo nada ni hacer ningún tipo de gesto me fui al baño con la intención de limpiarle. Una vez allí, para mi sorpresa, hizo lo que yo habia intentado hacer con él el día anterior: cogió su adaptador, lo puso en el WC y dijo "Voy a hacer caca en las escupidera grande". Y dicho y hecho, terminó hacendo una buena caca en el WC, con la consiguiente fiesta por nuestra parte :-D

De momento voy a seguir en la misma línea, intentando no decirle nada, sólo informándole de las veces que voy yo al baño, que son muchas (jajaja, cómo se nota la recta final del embarazo). A ver qué tal se da. Seguiremos informando :-)

martes, 14 de mayo de 2013

Test de hidrógeno espirado en bebé de 2 años

Y finalmente llegó el día. La cita la tenía a las 9 de la mañana y el pobre mío pasó una noche previa horrible, sin parar de toser. Me levanté preocupada con que no pudiera hacerse la prueba, ya que en el documento informativo ponía que no podría hacerse si tenía tos. Afortunadamente cuando se despertó dejó de toser, y salimos muy puntuales sin darle nada de comida ni de agua.

Llegamos tempranito así que fue el primero de los 4 que iban a hacerse la prueba aquél día. Él era el más pequeñito con diferencia. Los demás rondaban los 13 o 14 años.

Nada más llegar, el primer hito de la prueba: “soplar el globito”. Era el primero y le hizo cierta gracia. Después, el segundo: el “zumito de naranja”. El pobre mío tenía tanta sed y hambre que se liquidó su vasito en un segundo y luego pidió galletas para acompañar… Era curioso ver mientras a los mayores dándoles vueltas a sus botes sin terminar de tomárselos… ¡El peque se portó como un hombrecito!

En total fueron 6 globitos los que tuvo que hinchar. A las 9, 9:30; 10, 10:30, 11 y 12. Los 3 primeros los llevó bien, pero a partir del cuarto… estaba el pobre hasta el gorro ya de globitos. Como era de esperar, entretenerle por allí fue complicado, pero Papá desde un Tercero salía constantemente con él a la calle para que lo llevara mejor.

A última hora empezó ya a pedir agua, yogur, galletas, papita… y sus ganas de poder comer por fin fueron las que le animaron a soplar el último globito. A las 12:30 pudo ya comer (bastante menos de lo esperado, imagino que el liquidín de la prueba le levantaría un poco el estómago) y a las 13:00 le estaba viendo el especialista de digestivo con los resultados en la mano.


Diagnóstico: intolerancia a la lactosa en grado leve. Le mandaron un tratamiento de 10 días: antibiótico especial para el estómago, para eliminar la flora, y unos polvitos para reconstituirla. Y aparte de eso, leche sin lactosa (con eso ya llevábamos meses) y sólo un derivado de la leche con lactosa al día.

¿Resultado? Caquitas normales en menos de una semana :-D Estamos muy, muy contentos. No sé si cuando termine el tratamiento seguiremos igual, pero yo soy bastante optimista. Creo que la clave ha estado en dejarle sólo un derivado de la leche con lactosa al día. Al Peque le encantan los lácteos, y claro, si aunque tomara la leche sin lactosa después se hartaba de petit, quesito, yogures, etc., tampoco avanzábamos gran cosa teniendo en cuenta cuál era su problema…

Ojalá se mantenga esta buena racha de caquitas, que ya mismo tenemos aquí la operación pañal, ¡otro hito más!

lunes, 29 de abril de 2013

Digestivo: Más pruebas para el Peque



Hace ya prácticamente 6 meses, y después de hacerle una ITV completa al Peque, di por descartado que tuviera cualquier patología relacionada con la alimentación. Qué equivocada estaba...

Después de medio año aquí seguimos sin hacer una caquita normal y midiendo casi un metro sin llegar a los 12 kilos. Desde aquella entrada hemos sufrido alguna gastroenteritis más, y en vista de que no remontamos a pesar de tomar probióticos a espuertas, nuestra pediatra nos ha derivado al especialista de digestivo.

En la primera cita nos enseñaron una tabla ilustrativa de caquitas en las que debíamos señalar qué pinta tenían las heces del Peque. Como era de esperar, la cosa se movía entre los dos niveles más feos.




En vista de que le habían hecho hace poco otra analítica completa, empezó por mandarle una prueba de parásitos de heces (todo normal) y test de hidrógeno espirado con lactosa.

Tenemos la cita para el test el próximo lunes y he sido incapaz de encontrar ninguna experiencia de otra mami que haya tenido que hacérsela a su peque. En principio nos permitirá poder descartar la intolerancia a la lactosa y el sobrecrecimiento bacteriano, pero creo que al Peque se le va a hacer bastante duro, y me da a mí que no va a salir nada de esto.

Por lo que me ha contado una compañera que se la ha hecho ya de mayor, te dan en ayunas un líquido similar al que nos administran a las embarazadas en la curva del azúcar, y cada media hora durante 4 horas tienes que soplar por un tubito. Afortunadamente no tienen que pincharle, pero sólo pensar en conseguir que se tome el liquidín, y entretenerle 4 horas en la sala de espera de una consulta con sólo en el cuerpo el liquidillo en cuestión, ya me preocupa.

Pensamos llevarnos un buen arsenal de entretenimiento, a la mitad de la mañana se incorporará la abuela para tratar de llevar un soplo de aire fresco, y sobre todo, Papá y yo iremos cargados de mucha paciencia.

 La semana que viene os contaré qué tal todo, los resultados nos los darán la misma mañana...

lunes, 15 de abril de 2013

Enamorada


Puede que después de mi entrada de “bandera blanca”, haya quien lea esta entrada y piense que soy bipolar... La realidad es que cuando mis hormonas no me convierten en la niña del exorcista, y mi nivel de paciencia se mantiene dentro de los límites normales, lo que tengo con mi Peque es total enamoramiento.

Enamorada estoy desde el primer día en que le vi, desde ese momento en que se enganchó por primera vez al pecho, marcando un antes y un después en mi vida.

Tanto amor también me hace sufrir mucho (y lo que nos queda...). A Papá desde un Tercero le digo que es el hombre (hombrecito) que más me ha hecho llorar en mi vida... Mi bienestar es el suyo, y cada lágrima suya, la lloro yo también (en simultáneo, o en diferido), no me sale de otra manera.

Genial lámina de Sarai Llamas, ¡toda una artista!
Enamorada como estoy de Papá desde un Tercero y de mi Peque, y embarazada de mi segundo nene, me planteo ahora lo que muchas mamis se han planteado ya antes. ¿Es posible querer también a un segundo con tanta intensidad? ¿De verdad somos capaces de generar tanto amor? Cada día nos queda menos para comprobarlo, y espero de todo corazón, que sea así.

viernes, 5 de abril de 2013

Los premios de Solomillito

Esta vez nos está costando un poco salir de la espiral de rabietas y desplantes, pero como no quiero aburriros más con el tema, y hoy es viernes y nada más que por eso hay que estar contentos... hoy hago una entrada de premios en lugar de desahogos :-)

A Solomillito le gusta mucho dar premios a cascoporro, y yo me siento muy feliz cada vez que se acuerda de mí en el reparto, ¡muchas gracias guapa!

Los premios son estos:


¡Qué bonitos! Y ahora vamos a por las preguntas... Son dos lotes.

1. ¿En qué país te gustaría vivir?
Siempre me había gustado vivir aquí, aunque con el panorama laboral como lo tenemos, en caso de emigrar me planteo algún país nórdico, de esos que son ideales para vivir con los peques, con mucha conciliación y demás.

2. ¿Crees que seguirás en el mismo trabajo dentro de cinco años?
Lo veo difícil. Cada vez me alejo más de lo que estudié, y no descarto un cambio radical más pronto que tarde.

3. ¿Un buen restaurante de tu ciudad?
Ains... Salimos ya tan poco a comer... ¡con lo que me gusta! Pero me voy a mojar un poco :-) Para ocasiones, Al-Zait en la Plaza de San Lorenzo, y para unas buenas tapitas, Antojos en la calle Calatrava,

4. ¿Las paredes de tu casa son blancas o de colorines?
Ninguna es blanca, pero tampoco es aquello un arcoiris :-P

5. ¿Una serie que no deba perderme?
Mi serie favorita de siempre y que no me canso de ver es Dawson's Creek. Me encanta el ambiente, la banda sonora, los personajes... Una mucho más actual, totalmente diferente y muy, muy buena, Homeland, ¡totalmente adictiva!

6. ¿Cuál es tu primer recuerdo de niñ@?
En la cocina de casa, con la mujer que nos cuidaba de peques, a punto de comerme un potito. Tendría menos de 3 años, porque todavía no iba a la guarde. También tengo una imagen, que no sé si sería de antes o después, de mi madre agachándose para darme un beso, y su larguísima melena de entonces resbalándole sobre los hombros al hacerlo.

7. ¿Un libro imprescindible?
La Casa de los Espíritus, de Isabel Allende, me tocó de lleno la primera vez que lo leí.

8. ¿Cuál es la prenda de tu armario preferida?
Unos pantalones anchitos, muy frescos, de talle bajo, para el verano, ¡no me gusta nada ir embutida!

9. ¿Boli o pluma?
Siempre pluma. Me encanta escribir, y si es con ella, mucho más. La carrera la hize con una Parker que me encantaba, muy baratita. Cuando presenté el proyecto mis padres me regalaron una Mont Blanc que son palabras mayores. Ahora a diario uso una Waterman muy mona, que me chifla.

10. ¿Cuál es el viaje más largo que has hecho?
Un viaje por España que hice con mis amigas cuando acabamos COU, en plan mochilero. Nuestros padres no nos dejaron irnos de Interrail con el resto de amigos, y nosotras hicimos nuestro plan B: 3 semanas moviéndonos en autobús, tren, en campings, albergues... ¡Fue un viaje genial!

11. ¿Tu edad preferida?
Está claro que cada edad tiene sus puntos fuertes, pero recuerdo con especial cariño los tiempos de la facultad, el subidón de los comienzos, los nuevos amigos, las fiestas de la primavera, Papá desde un Tercero, primero amigo y luego mucho más...

Y aquí va el segundo lote de preguntas:

1. ¿A qué te dedicas?
Soy responsable del portal web de un proyecto que pretende acercar las nuevas tecnologías a la ciudadanía, ahí es ná... 

2. ¿Vives en la misma ciudad que naciste? ¿Qué ciudad?
Sí, en Sevilla. 

3. Enumera tres sueños que tengas.
Uno... llegar a viejita con Papá desde un Tercero a mi lado, rodeada de mis niños, y ya por perdir, también de los niños de mis niños :-)
Dos... tener un rinconcito cerca del mar al que poder escaparnos...
Tres... trabajar en algo que me llene de verdad, y que me permita pasar tiempo con mis peques.

4. ¿Cambiarías algo de tu vida?
Me hubiera gustado vivir unos años en otro país antes de ser mami, pero no se encartó. 

5. ¿Cual es tu bebida favorita?
El agua. Soy de estas personas que distingue entre las diferentes aguas minerales, y a las que no todas le saben bien.

6. ¿Y tu comida?
Me flipa la pasta, pero no le hago feos absolutamente a nada, soy de muy buen comer, no como mi Peque ;-) 

7. ¿Dulce o salado?
Difícil decisión, pero creo que dulce. Me pirra el chocolate, especialmente el negro, las palmeras, los brownies... ¡ñam-ñam!

8. ¿Invierno o verano? 
Verano, soy muy friolera, y en invierno siempre voy encogida. 

9. ¿Cual es tu signo del zodíaco?
Libra. 

10. ¿Cual es tu color favorito?
El violeta, en todas sus intesidades. 

11. ¿Dónde te gustaría perderte?
En Japón, en un bonito jardín Zen, con sus cerezos en flor, sus nenúfares...

Y ahora me toca a mí repartirlos :-) Se los paso a Nuria de Criar a un Bebé difícil, ¡te echamos de menos!

¡Muy feliz viernes a todos!

martes, 2 de abril de 2013

Me rindo

En días como hoy, me rindo, y no puedo parar de llorar... Me planteo cómo pude dar el paso de ser madre, si yo realmente no sirvo para esto. Me planteo cómo encima me he propuesto repetir. En días como hoy pienso en qué haríamos sin Papá desde un Tercero, que siempre mantiene la cordura y tiene paciencia infinita, y me siento tan, tan inútil...

En días así, entradas con ésta de Silvia de SER MADRE - ¡Toda una aventura! me reconfortan, y me ayudan a levantarme una vez más, de nuevo con la sonrisa puesta.

viernes, 8 de marzo de 2013

Un mes de rabietas


Nuestro Peque siempre ha tenido bastante carácter y ha tendido a ser bastante lloroncete, pero las rabietas de verdad empezaron hace prácticamente un mes. Recuerdo perfectamente el día que marco como inicio de todo porque coincidió con el fin de semana de los carnavales, y fue la primera ver que le vi tirarse al suelo llorando y gritando de frustración.

Desde entonces las rabietas se han sucedido un día tras otro, bajando sólo de intensidad los días que ha estado malito, imagino que por falta de energía. Lo habitual ya son días como el de ayer, en el que tuvo cinco, la primera y la última las de mayor intensidad. Hoy de momento va por el mismo camino, con la primera nada más despertarse.



Por mucho que una haya leído sobre las rabietas, y haya escuchado las experiencias de otras mamis, una es incapaz de imaginar lo doloroso que puede llegar a ser ver a tu hijo tan fuera de sí, sufriendo de esa manera... Al principio, tras cada rabieta suya venía otro berrinche mío, que me ayudaba a descargar la tensión generada por el trance. Ahora ya no es así. Hasta yo, que soy muy llorona, soy incapaz de seguir su ritmo, así que mantengo la entereza, le explico por qué no puede tener lo que ha provocado la rabieta, y me limito a esperar a que se le pase.

En ocasiones parezco hasta una mamá zen y todo :-P



Sé que esto no es nada comparado con lo que nos espera cuando nazca su hermanito, así que procuro tomármelo como una especie de entrenamiento. Mientras pase esta racha y no, seguiremos bajándole el hijómetro a todos los vecinos del barrio que se preguntan qué le ha pasado a ese pequeñín que antes se paseaba por la calle alegremente con su carita de bueno y ahora va tan tremendamente indignado...